Una de las pocas certezas es que la digitalización será una condición indispensable para las empresas transitarias.
Podemos realizar muchas predicciones sobre el futuro del transporte y la logística, enumerar diferentes tendencias que apuntan a consolidarse en los próximos años en el mercado de los transitarios, pero existen pocas certezas tan evidentes como que la digitalización definirá a las empresas que operen en el sector en el día de mañana.
La ‘Guía de la Digitalización del Transitario’ aporta una proyección sobre las características que definirán al transitario del futuro con la conclusión de que en menos de una década ningún transitario quedará fuera de la digitalización, ya que la regulación administrativa de la Comisión Europea y la propia evolución del mercado logístico conducirán a las empresas transitarias a emprender cuanto antes este salto tecnológico.
En cualquier caso, gran parte de este camino ya se ha recorrido y el perfil actual de la empresa transitaria tiene muy poco que ver con el de hace una década. Por entonces, el término “digitalización” generaba debate en el seno del sector, dividido entre transitarios digitales y tradicionales. Más de diez años después, esta rivalidad ha desaparecido y las enormes diferencias que los separaban han comenzado a diluirse.
Por una parte, los principales actores de este negocio iniciaron hace años su digitalización. Los transitarios con mayor visión de futuro y capacidad inversora han apostado en los últimos cinco años, y especialmente a raíz de la irrupción de la pandemia en 2020, por activar su presencia en el nuevo modelo digital mediante plataformas propias.
A su vez, el éxito de soluciones de software y herramientas FMS (Freight Management System) está contribuyendo enormemente a que pequeños y medianos transitarios aprovechen muchas de las ventajas de eficiencia y rapidez que parecían reservadas a sus competidores de mayor dimensión o a los denominados digitales.
Unos y otros forman ya parte de un nuevo grupo de transitarios tradicionales y digitalizados, que continuarán ofreciendo al mercado su experiencia en el diseño de redes complejas de transporte y compatibilizando estos servicios de valor añadido con nuevas soluciones tecnológicas con las que automatizarán muchos de sus procesos.
El último Índice de Mercados Logísticos Emergentes de la consultora Transport Intelligence, correspondiente a 2022, apunta además que esta evolución se producirá también en los transitarios considerados actualmente digitales. El informe señala que, en el futuro, estas empresas continuarán centradas en la labor de simplificar los flujos de carga, pero ofreciendo cada vez una variedad más amplia de servicios a sus clientes.
Esta dinámica se percibe ya en los movimientos que están efectuando los transitarios digitales, según Transport Intelligence, que detecta que estas empresas “han ampliado gradualmente su oferta de servicios para competir y acaparar cuota de mercado, además de avanzar en la prestación de servicios de valor añadido que tradicionalmente han sido proporcionados por los transitarios tradicionales”.
Así, estos operadores ofrecen ahora servicios como la trazabilidad de la cadena de suministro, el seguro de la carga, la optimización de la red, los sistemas de gestión de pedidos o la gestión de excepciones, entre otros.
El futuro del mercado transitario estará ocupado por empresas que compatibilicen ambas esferas. La digitalización no convertirá a los transitarios denominados tradicionales en transitarios digitales, sino en operadores híbridos que no renunciarán a la prestación de los servicios de consultoría que han definido su profesión como arquitectos de la cadena logística, pero integrando cada vez más capacidades digitales con los que optimizar sus gestiones.
Los próximos dominadores de este negocio serán, por tanto, los transitarios híbridos: los tradicionales que mejor incorporen procesos digitales y los digitales que logren sumar mayor calidad en la prestación de los servicios que tradicionalmente ofertaban los transitarios.
